El pozo que muestro en el artículo de hoy es otro de los numerosos pozos que se pueden ver por los alrededores de Villlaluenga. Este está situado en la zona de Las Covezuelas, dentro del área recreativa del mismo nombre. Debe ser un pozo antiguo si se tiene en cuenta el aspecto de los pilones, no obstante la bóveda de piedra y la puertecilla de la boca del pozo son modernas, de hecho alguno de los autores de la remodelación puso la fecha en el cemento de la pila más pequeña pegada al brocal (1990). En la cartografía de vías pecuarias de 1958 aparece como Pozo Vezuela que entiendo que se tratará de una mala transcripción o al menos incompleta de la palabra Covezuela. Este pozo al igual que los anteriores (Callejón, Albarrán,...) es un pozo de aguas subálveas, en este caso junto a un cauce o arroyo que generalmente está seco y que presenta el nivel del agua muy cerca de la superficie.
Como anécdota decir que a diferencia de los otros pozos, el de La Covezuela es un pozo de la cuenca Meditarránea, las aguas del arroyo de Campobuche (que pasa a pocos metros del pozo) siguen su curso hasta pasar a llamarse Guadares (como se le conoce por Montejaque) que es un afluente del Guadiaro que desemboca en el Mediterráneo. En cambio las aguas que se pierden en la Sima de Villaluenga y que luego nacen de nuevo en Ubrique van a parar al embalse de los Hurones del río Majaceite, afluente del Guadalete que desemboca en el Atlántico. Es decir que en apenas 3 kilómetros tenemos aguas de cuencas hidrológicas distintas, por paradojas de la vida, parte del agua del Guadiaro vuelve de nuevo a la cuenca atlántica gracias a una infraestructura construida por el hombre como es el trasvase Guadiaro-Majaceite, resulta "gracioso" pensar la vuelta maratoniana que tienen que dar las aguas que pasan junto a este pozo para llegar de nuevo a pocos kilómetros más abajo cerca de Ubrique en una cuenca que no es la suya....
1 comentario:
Es increíble esa historia del agua, y más increíble aún lo que hacemos los hombres modificando el curso normal de las cosas y de la aguas.
Muy interesante, Selu
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