Los almendros fieles a su cita, florecen con los fríos de enero y nos avisan que ya falta menos para que echen brotes verdes por todas partes.
La foto es del pasado 31 de enero en el camino de Las Glorietas a las afueras de Villaluenga. Era ya tarde así que había poca luz, pese a todo pude hacer algunas fotos a contraluz. La misma foto de arriba pero jugando con los colores del RGB con el programa DPP (Digital Photo Profesional que viene con Canon)...
...nos ofrece una visión más "romántica" de la escena (o una visión más japonesa según se mire).
2 comentarios:
Preciosas las fotos. Lástima que con las lluvias y el viento no queden casi flores...
Gracias por tu comentario Esperanza. Pues sí, no estamos acostumbrados a tanta agua y a tanto viento. Bueno en cuanto a agua sí, pero no tanta y tan seguida. Hay un dicho de la zona que dice: "En Grazalema,
agua; en Villaluenga, niebla; en Ubrique, calor; y en Benaocaz, viento".
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