El domingo pasado estuve dando un paseo junto a Pepe Sánchez y mi hijo Raúl por la Sierra de las Viñas, nuestra intención era buscar una senda que nos llevara a la cresta para poder hacer fotos de Villaluenga desde la misma, pasado el Puerto de las Viñas a la derecha, nos internamos en la primera angarilla que se abre en el muro de piedras y nos adentramos rápidamente en un pequeño torcalito que no conocíamos, seguimos una vereda por toda la falda Sur con la esperanza de que ascendiese en algún momento, pero no, el sendero que seguimos trascurría a media ladera y no ascendía, al final llegamos a unos cortados no aptos para gente con vértigo, no obstante aunque sólo fuera por los paisajes que se pueden disfrutar desde aquí ya mereció la pena el paseo.
Al poco de pasar la angarilla nos internamos en un paisaje netamente kárstico...
Con formaciones columnares de caliza... |
Y bloques con diaclasas... |
Y piedras en tengerengue... |
Nos va dando la impresión de que nos estamos internando en un laberínto de formaciones calizas |
Con genuinos torcalitos también presentes... |
En este pequeño tramo la vereda aparece empedrada al estilo de los antiguos caminos de herradura. |
Otra vista similar a la anterior pero con mayor ángulo. |
Entre los torcales abundan sobre todo los matagallos, y dando colorido primaveral las flores de los gordolobos, Verbascum giganteum |
Seguimos la vereda entre calizas y encinas... |
La vereda nos lleva hasta unos cortados por los que no podemos progresar |
Las encinas surgen de cualquier grieta o claro entre tanta roca. |
Desde los cortados gozamos de unas buenas vistas del Chaparral, incluso apreciamos la cúpula redondeada del aljibe en la hondonada en la que se enclava. |
Abajo vemos la cabreriza y un pequeño huerto protegido de un cercado de piedra. |
Arum italicum |