A la tercera va la vencida según dice el dicho, el pasado 14 de diciembre subí la cumbre más alta de la provincia de Cádiz, el Torreón en la Sierra del Pinar con sus 1654 m de altitud, lo había intentado en un caluroso día de agosto cuando tenía 18 años en compañía de cinco amigos y con una botella de 1,5 litros de agua para todos, partiendo desde Benamahoma donde estábamos acampados, lo dejamos cuando ya nos faltaba poco para llegar a lo alto, a causa del calor y la falta de agua. Un segundo intento lo hice hace unos doce años en compañía de mi mujer, pero también lo tuvimos que dejar a medias debido a que mi mujer, entonces mi novia, comenzó a sentirse mal, así las cosas cuando mi amigo Pepe Sánchez me dijo que había pedido permiso para subir al Torreón, no lo dudé un momento, esta vez si tenía que subir y quitarme la espinita de los anteriores intentos.
Partimos de Villaluenga en coche Pepe Sánchez y yo acompañados de dos payoyos de pro, Fernando y su tío Rafael Piña con más de 80 años, la expedición la completamos con Carlos Soto con el que habíamos quedado en el aparcamiento del inicio del sendero, así que la primera grata sorpresa de la jornada fue contar con Rafael, que es de esas personas que se ha criado toda su vida en el campo dedicado al cuidado de las cabras, el enseñó a su hijo a elaborar los quesos del modo tradicional y ahora su hijo es uno de los dueños de la más afamada y premiada industria de quesos de Villaluenga,
Queso Payoyo SL. Nos contaba su sobrino que Rafael es la imagen del logo de esta empresa, así que cuando compramos quesos payoyos o visitamos la web, podemos ver a Rafael en etiquetas, folletos, carteles y demás, sin embargo, no por eso se le han subido los humos, Rafael es una persona sencilla que se desenvuelve perfectamente por la sierra, no concibe andar una vereda o un camino sin agacharse a cada trecho para coger con sus manos una gran piedra y apartarla del sendero, nos comentaba que si todo el mundo hiciera esto los caminos estarían mucho mejor, pero no fue esta la única lección que nos dio, su andar a un ritmo bueno pero no forzado nos hizo llegar a la cumbre de una forma cómoda y, cuando llegó el momento de coger trechos más empinados entre las rocas, demostró tener una gran agilidad para desenvolverse y es que Rafael en la roca caliza está en su propio medio. Nos explicó como con los lastones o tochas se hacían antiguamente los techos de las chozas, igualmente nos contó muchas anécdotas, una de ellas era que a pesar de conocer muy bien todas las sierras del Caillo y del Endrinal, jamás había subido al Torreón, quizás fuera que la carretera hacía de frontera de los dominios payoyos...
A continuación pongo una serie de fotos de la jornada... Si se quiere ver la visión del amigo Carlos Soto, aquí pongo un enlace a su entrada (
Torreón por Carlos Soto).
La Flora
Desde el punto de vista botánico, la subida al Torreón tiene muchos elementos interesantes, así al poco de ir subiendo el sendero nos encontraremos sabinas, madroños, enebros y algún que otro pinsapo...
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Ejemplar masculino en plena floración de Enebro, Juniperus oxycedrus, aunque en la biografía consta que la floración comienza a principios de la primavera, en la ladera sur del Torreón ya lo hace a mediados de diciembre |
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Madroño, Arbutus unedo |
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Enebro, Juniperus oxycedrus |
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Ejemplar de Sabina (Juniperus phoenicea) aislada entre la roca caliza en uno de los tramos de más altura donde va desapareciendo el sotobosque de encinas y enebros. |
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Sabina (Juniperus phoenicea), detalle en el que se pueden apreciar sus frutos |
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Daphne laureola, su nombre latino se refiere a su parecido con la hoja de laurel, sin embargo esta es venenosa |
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Phlomis crinita, este matagallo presenta hojas blancuzcas aterciopeladas |
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Phlomis crinita aparece en los tramos más altos del sendero acompañando al esparto o atocha |
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También pasaremos junto a bellos ejemplares de Pinsapo, Abies pinsapo |
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Detalle de las piñas (conos femeninos) en el extremo apical del pinsapo |
La Fauna
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En la cumbre se puede ver al Acentor alpino, Prunella collaris, a este no me dio tiempo a hacerle una foto en condiciones, así que tendréis que creéroslo. |
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También se dejaron ver las ya habituales cabras montesas, Capra pyrenaica |
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En las zonas altas, entre los tojos abundaban las mariquitas comunes, Coccinella septempunctata. Me encontré esta egagrópila de algún ave que se ha alimentado de mariquitas y otros escarabajos negros. Como anécdota decir que a las mariquitas en Villaluenga, según nos apuntó Rafael, siempre las han conocido como San Antoñito de Dios, me llama la atención estos nombres locales para los insectos beneficiosos asignándole atributos de santo y de Dios, una forma clara de dejar claro que deben ser respetados. |
Las personas
A continuación unas cuantas fotos de los compañeros de sendero, encabezando siempre nuestra marcha, Rafael Piña con su palo de acebuche, Fernando, Pepe Sánchez, Carlos Soto y un servidor.
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Cruzando una especie de dolina ocupada por atocha antes del último repecho rocoso a la cumbre |
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Comenzando a subir el último tramo antes de la cumbre |
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Rafael Piña y Fernando |
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Reconociendo las cumbres y lugares que también conocen ,...El Caillo, los Navazos de Líbar,... |
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Rafael Piña en la cumbre del Torreón |
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Rafael Piña |
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Fernando |
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Foto de grupo, 14 de diciembre de 2013, Cumbre del Torreón, 1654 m. |
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Carlos Soto |
Los Paisajes
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Vista del cerro Albarracín a media ladera del sendero del Torreón |
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Encinas, sabinas y esparto en el tramo medio-alto del sendero |
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Pináculos calizos junto a una dolina existente en la parte alta |
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Atochar |
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Los modelados calizos de la parte alta son impresionantes |
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Ya en la cumbre gozamos de vistas espectaculares como esta imagen de la crestería con el San Cristóbal |
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Los llanos del Ravel lucen una bonita imagen otoñal gracias al color anaranjado de los quejigos. Al fondo Algodonales |
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El vértice geodésico del Torreón desapareció pero queda este vértice monolítico natural |
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Las vistas de la crestería occidental son de vértigo. Pico del Águila. |
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Volvemos a fotografiar la crestería oriental, pero esta vez para dejar ver parte del precioso Pinsapar |
Ya de vuelta se pueden disfrutar de unos variados modelados kársticos, una verdadera escuela de geología.
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A medida que bajamos contamos con unas buenas vistas del macizo del Endrinal |
Las texturas
Por último, una serie de fotos de detalle de distintas texturas geológicas que se pueden ver cerca del sendero al Torreón.
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Penacho calizo cercano a la cumbre |
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Hito de piedra creado para la ocasión en el punto más alto de la provincia. |
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Espeleotema |
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Y otra roca con forma almohadillada con grietas, posiblemente también fruto de la gelifracción |
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Otra imagen de la roca anterior |
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Curiosa formación que recuerda la forma de un intestino |
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Curiosas inclusiones de roca de color naranja dentro de la caliza |