La fuente de los Caños en Villaluenga se nutre de las aguas procedentes de tres manantiales en la zona de la Mina, cada uno de ellos con una gran alcubilla o tanque de captación y con tuberías canalizadas hasta la Alcubilla principal o de recepción. La documentada información recopilada y expuesta por José María Gavira y Pepe Arroyo de Ubrique en la revista Los Callejones no deja lugar a dudas, las grandes alcubillas que hoy podemos ver datan de los años 1871 a 1873, desmontando la hipótesis de un posible Qanat de origen árabe en Villaluenga por cuanto la traída de aguas entre las alcubillas de captación y la alcubilla principal se hace por tuberías semienterradas y no por una galería subterránea excavada. Para que fuera un Qanat tendría que existir una galería subterránea excavada que conectase las distintas alcubillas, sin embargo a raíz de las exploraciones realizadas por espeleólogos como
José Millán y por la documentación citada arriba, parece del todo improbable que las alcubillas actuales sean de origen árabe y que exista un qanat en Villaluenga, lo cual no es óbice para que el origen de las fuentes, refiriéndome a las alcubillas preexistentes a las fábricas actuales pudieran tener un origen medieval, romano o árabe, por cuanto la traída de aguas a la población tuvo que darse casi seguro desde los primeros asentamientos del pueblo de Villaluenga.
Junto a la carretera de Villaluenga a Grazalema, la Alcubilla de la Ladera recoge las aguas de una antigua fuente, esta fuente recogería los rezumes y escorrentías subsuperficiales de la ladera Sur de la Sierra del Caillo (Pico Peralta) ya cercanos al arroyo Albarrán. Según el documento recopilado por J.M. Gavira y J. Arroyo "Dictamen emitido por el contador de fondos provinciales D. Domingo Sánchez del Arco sobre las malversaciones, valores perdidos, falsedades y abusos, que se desprenden de los expedientes de construcción de una Casa Capitular y obras para la traída de aguas en Villaluenga del Rosario", publicado en Cádiz en 1884 esta alcubilla recogería las aguas de una antigua fuente denominada Laderos o Ladera. Todavía existe a pocos metros de esta alcubilla una alineación de piedras que termina en un tupido e impenetrable zarzal, donde se situaría la antigua fuente.