El 1 de mayo estuve con mi mujer y mis hijos dando un paseo por el río Campobuche. El día estaba soleado y al sol hacía calor, pero de vez en cuando soplaba un aire serrano muy bueno que refrescaba el ambiente, osea, un día ideal para andar por el campo.
Dejé el coche junto a la Venta de Los Alamillos y andamos el carril (unos dos kilómetros de sube y baja) hasta llegar al ahora tranquilo río. Lo primero que noté al acercarme al río Campobuche es que desde la orilla saltaban un buen número de ranas huyendo del peligro, es decir de mi persona, así que si quería fotografiar alguna no me quedaba otra que acercarme con sigilo, así lo hice y conseguí fotografiar unas cuantas. Sin embargo la primera que fotografié fue la ranita meridional, Hyla meridionalis, que se movía lentamente entre la hierba y que cogí con la mano para que mi hija pudiese tocarla, se la puse en la mano y para nuestra sorpresa se quedó quieta, lo que aproveché para hacer unas cuantas fotos hasta que, dando pequeños saltos, se fue a la orilla.
Hyla meridionalis
Hyla meridionalis
Ya después me puse con las ranas comunes, de las que había de todos los tamaños y colores. Casi todas saltan rápido al acercarte pero siempre hay alguna que se hace la remolona o que se confía más porque se cree que no la he visto, craso error, allí está un paparazzi con una cámara haciendo un reportaje de unas modelos desnudas al sol....y para muestra un botón, o dos,
Pelophylax perezi
También había galápagos, pero no pude fotografiar ninguno, estos si que saltaban rápido al agua y se iban a lo hondo. Otro reptil que vi, cerca de donde hice fotos de la ranita meridional, fue una culebra de agua, Natrix maura pero sólo me dio tiempo a hacer una foto (desenfocada) de la cola cuando se escondía entre los ranúnculos de la orilla.
Por último y ya para finalizar una foto de un renacuajo...
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